Existen muchas opiniones a favor y en contra del uso de los andadores en los niños que están aprendiendo a caminar. Los padres creen que es un aparato seguro que estimula el equilibrio y la capacidad de caminar correctamente de los niños. Sin embargo ésta es una creencia equivocada, pues estos aparatos pueden generar dificultades en el desarrollo del niño, las cuales enumeraré a continuación:
1. No estimula el proceso de caminar de los niños, sino que por el contrario las piernas realizan movimientos extraños y forzados que pueden generar problemas en caderas o rodillas.
2.Impide que los niños realicen la adecuada relación entre brazos y movimientos de pie, necesarios para lograr el equilibrio y coordinación de la marcha. Realmente no aprenden a mover su cuerpo de manera coordinada.
3. La postura semisentada del andador no es la mejor a la hora de mantener la posición erecta y el niño aprende a desplazarse “patinando” para que las ruedas del andador se muevan. Por este motivo el niño debe corregir su posición semisentada a una erecta realizando un proceso doble para finalmente poder adquirir un verdadero esquema de movimiento.
4. Los especialistas señalan que al caminar más rápido en el andador, los bebés se acostumbran a una velocidad que no es real y que luego les puede traer serias caídas al caminar solos, pues no tienen la capacidad de medir los riesgos que produce este ritmo acelerado.
5. Mayor riesgo de empujar bebidas calientes dejadas a su alcance en mesas de noche o de sala, quebrar objetos y estar expuestos a sufrir heridas.
6. Riesgo de ahogarse en piscinas o caer en el inodoro
7. Aumenta el riesgo de intoxicaciones con productos de aseo o venenos que guardamos en cajones o mesas un poco mas altas , pues el caminador brinda una altura mas alta para que el niño alcance dichos cajones .
Algunos estudios en Estados Unidos mostraron por lo menos 3700 reportes de casos de accidentes asociados al uso de este aparato, los cuales llevaron a los niños a consultar por urgencias. En el 2006, los canadienses descubrieron que el uso del caminador multiplicaba en 9 veces el riesgo de accidentes en los niños aumentando la consulta en urgencias por este motivo. Otros estudios demuestran que su uso aumenta el riesgo de caídas de los niños por escaleras ocasionando fracturas, traumas en la cabeza, traumas en los dientes, atrapamiento de dedos, hematomas y otras lesiones en el cuerpo. Sin embargo, muchas de estas lesiones son consecuencia de la falta de cuidado de los padres con sus hijos, quienes toman confianza y se descuidan pensando que sus niños están seguros y tranquilos en estos aparatos, pues al estar sentados o semisentados tienen la concepción que no pueden salirse de ahí. Sin embargo los niños pueden alcanzar grandes velocidades y son inestables lo que los hace ser más propensos a tener accidentes cuando usan los caminadores.
Por los motivos anteriormente mencionados se desaconseja el uso de los andadores infantiles y se deja a criterio de los padres su utilización. En algunos países como Canadá, está prohibida su fabricación y comercialización.
Podríamos como padres utilizar otras estrategias más seguras que motiven el juego, la marcha y la coordinación de nuestros niños, a través de dinámicas que no involucren el uso del andador. Como por ejemplo: jugar con una manta sobre el piso, promover el gateo entre otros. El mejor andador siempre serán las manos seguras de sus padres y familiares adultos, que le brindan a los niños la seguridad, confianza y estimulación correcta de todas sus extremidades.
Dra. Liliana Mejia
Endocrinóloga Pediatra
Fundación Clínica Infantil Club Noel