El niño de hoy: Una mirada desde la Neuropsicología

La dinámica actual ha venido generando muchos cambios, no solo en las relaciones sociales sino en la forma en que el niño se desenvuelve en el ambiente. Como es sabido, hoy en día los padres laboran largas jornadas y el cuidado de los hijos en algunas ocasiones es delegada a abuelos, tíos, niñeras, entre otros, que generan a partir de sus pautas de crianza y estereotipos de infancia  formas de asumir y comportarse que posteriormente son asumidos e interiorizados por los niños.

Las experiencias que se tienen en los primeros años de vida son decisivos para los procesos de aprendizaje, es a partir del contacto con el ambiente y de factores como explorar, sentir, palpar, ver, oler, escuchar, experimentar, resolver y proponer, la manera en la que el niño va fortaleciendo las conexiones neuronales y enriquece su desarrollo cerebral para asumir posteriormente una de las experiencias más importantes: el ingreso al colegio.

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¿Qué se evidencia en la actualidad con respecto a las vivencias de los niños?

Debemos recordar que anteriormente los juegos infantiles eran más ricos a nivel motor y social, no existían teléfonos inteligentes, tabletas, computadores, consolas, ni ningún artefacto tecnológico como los que aparecen hoy en día; anteriormente los juegos de los niños eran más interactivos: el ponchado, la lleva ó 1,2,3,15, eran los más comunes y que implicaban correr, saltar y pasar obstáculos. Había un mejor desarrollo motor porque las actividades involucraban todo un despliegue de movimientos.

El niño de hoy es sedentario pues presenta en muchas ocasiones debilidades en su organización postural, en la coordinación, el equilibrio, bajo tono muscular y muchas debilidades a nivel de sensibilidad, entendido como la información que ingresa por los diferentes canales sensoriales. Además de realizar actividades pausadas, estáticas y de poca exploración ó contacto con el medio, se maneja el mito de la suciedad: no se le permite al niño gatear, ensuciarse y manipular objetos, no tienen tantas posibilidades para entrar en contacto con las diferentes texturas (duro, blando, liso, áspero), la asistencia al parque ya se ha vuelto una cuestión de suerte y de disposición del adulto.

Por múltiples factores, estos ratos de esparcimiento, recreación, fortalecimiento y estimulación se han perdido significativamente sometiendo a los niños a espacios muy reducidos en los que no les permiten desplegar su imaginación, aspectos vitales para la maduración cerebral y la adquisición de aprendizaje de la vida diaria.

Ni hablar del lenguaje. Este es otro aspecto del desarrollo de los niños que se está viendo debilitado en la actualidad pero, ¿a qué se debe?. La respuesta es muy sencilla y está relacionado con la adquisición de habilidades motoras.
En nuestro organismo, inicialmente se organiza lo motor grueso que implica actividades como caminar, correr, saltar, alzar los brazos, mover la cabeza. Posteriormente pasamos a lo motor fino, que implican movimientos muy precisos como silbar, soplar, agarrar, manipular objetos, hacer pinza a la hora de escribir y hacer uso del lenguaje; por ello, si no se maduran los movimientos gruesos se le dificultará al niño o niña hacer actividades que implican mayor exigencia motora.

La alimentación por ejemplo, es un proceso que tiene gran importancia en la adquisición del habla. La masticación, permite fortalecer los músculos oro faciales (lengua, mandíbula) y optimiza los movimientos para pronunciar y articular adecuadamente los fonemas. Cuando la alimentación es blanda, no se ejercitan los órganos que participan en el habla siendo evidente en ocasiones, en niños que permanecen con boca abierta ante actividades de reposo o de exigencia atencional.

La Neuropsicología es una especialidad de la psicología que busca identificar el estado de las funciones psicológicas superiores en los niños como la atención, la memoria, la percepción, el lenguaje, la motricidad y la función ejecutiva, con o sin compromiso neurológico. Busca conocer su desarrollo y como este se hace evidente en la ejecución de sus actividades diarias y escolares.

Cuando se presentan problemas de aprendizaje o se observa un déficit en el desarrollo integral que no corresponde a lo esperado para la edad, se evalúa al niño y se recolecta información de sus experiencias diarias para que apartir de ellas se pueda fortalecer y optimizar su desarrollo cognitivo.

La esfera emocional cumple de igual manera un papel importante en el desarrollo ya que es la base fundamental para adquirir conocimientos y aplicarlos a las exigencias del contexto; no es lo mismo un niño al que no se le permite hacer, resolver y buscar estrategias, a uno que tenga independencia y autonomía para ejecutar por sí solo actividades de la vida diaria y tiene un despliegue de acciones, pues no solo optimiza sus potencialidades sino que a nivel emocional gana la seguridad y confianza para enfrentarse a las experiencias sociales y adquirir con tranquilidad contenidos pedagógicos de mayor complejidad.

Es de este modo, observamos que el hombre es un ser integral, funciona como un todo donde si un proceso se encuentra debilitado de manera sistémica afecta sus demás componentes, es importante por esto prevenir, estimular, supervisar y brindar atención oportuna a los niños y niñas que presentan alteraciones o debilidades en algunas áreas del desarrollo, pues no solo afectará el proceso especifico sino que incidirá en los demás, no se busca hacer niños más inteligentes sino con mayores potencialidades y destrezas para asumir un mundo cambiante, rápido y complejo.

En la Fundación Clínica Infantil Club Noel, contamos con el servicio de Neuropsicología el cual le brindará las pautas y le el apoyo necesario en todos los procesos que necesite con su niño o niña y que contribuyan a mejorar su desempeño, normal funcionamiento cerebral, y normalidad en las actividades diarias y escolares.

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