La tomografía axial computarizada, TAC, es una prueba de diagnóstico no invasiva, que utiliza rayos X para crear imágenes del cuerpo, en forma de cortes o secciones. Permite obtener imágenes en tres dimensiones, que luego se procesan por ordenador, aparecen en una pantalla e imprimirse. La tomografía también se puede utilizar para realizar una angiografía (Angiotac) después de inyectar un líquido de contraste para estudiar los vasos sanguíneos.

Es útil para detectar hemorragias, tumores, trombosis y otras afecciones, entre ellas las enfermedades cardíacas.

Algunos exámenes requieren medio de contraste que utiliza yodo, en caso de ser alérgico a este tipo de sustancias debe comunicarse. En algunas personas, el colorante puede causar insuficiencia renal, por esto se solicita un examen de laboratorio antes de este procedimiento.

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